miércoles, 15 de agosto de 2012

YO SOY ESPAÑOL


Así me siento, más español que nunca. En este país hay un falso mito de ser patriota, sin ir mas lejos, si sacas la tricolor parece que ya no te sientes de aquí y como bien se puede saber no es así. No dejo de sentirme español por no querer una monarquía que vive de nosotros. Pero bueno a esto no venia.

Me siento más español que nunca, más español casi seguro que muchos de los que sacan esa bandera roja y amarilla con orgullo allí donde van, esos que tan orgullosos se sienten de sus deportistas. Yo me siento más español que nunca porque me revienta ver como este país en el que nací y crecí se va a la real mierda y lo dejan caer los que “más” españoles se sienten. Gente que no declara a hacienda, haciendo que este, NUESTRO país, avance a "grandes" pasos, algunos que ni tributan aquí pero ellos son más españoles que nadie, ellos no dan cuentas a nadie y roban a todos, ellos no aportan mucho a este, NUESTRO país, pero se llevan mucho de este, NUESTRO país. 

Me duele ver como este país por el que muchísimos lucharon y murieron para que fuera de calidad va muriendo. Un país por el que lucho mi padre, un país por el que muchos recibieron palizas, vivieron en la clandestinidad, huyeron, corrieron, se manifestaron y entregaron parte de sus vidas. Este país del que muchos se sienten súper orgullosos, ven como se hunde, pero no les interesa. A mi me duele ver como todo se hunde aquí, en NUESTRA España “grande”, una España que me indigna día a día y la cual me duele ver así. Con políticos que luchan por esta NUESTRA España mientras le quitan el dinero para sus placeres.

Yo me siento más español que nunca porque mientras tú sacas tu bandera por las ciudades del extranjero que visitas yo intento e intentare que este país, del que parece que no soy muy patriótico, sea un lugar mejor.

lunes, 23 de abril de 2012

Sant Jordi

         Faltaban unos días para que llegara el momento en que la ciudad se bañara en un color rojizo y un aroma a páginas nuevas, pero una pequeña ya soñaba con la intensidad que desprende una rosa, una rosa que no llegaría, al menos cuando le correspondía.


         Mientras soñaba, esa rosa se disimulaba entre las demás, pues deseaba llegar donde le correspondía y no acabar en otro lugar. Ella no entiende de fechas, de que fuera un sábado cualquiera o el día en que se suponía que debía salir de allí, ella solo entiende de sensaciones, ella solo sabe las alegrías que provoca días normales, ya sea un martes o un 14 de febrero, para ella es todo igual.

         En el momento apropiado, la sacaron de su ensimismada espera, para transportar Sant Jordi a uno de esos días cualquiera que tanto le gustan, y hacer llegar a esa pequeña persona, que ya resignaba de que ella llegara, la magnífica sensación que sabía traer con ella.

         Por otro lado, otra pequeña flor se escabullía de la ciudad condal buscando más tierras que inundar de este sentimiento, y llegar a tiempo para poder alegrar a quien ni se lo esperaba. Tras cruzar el país esperaba ansiosa a que la recogieran y la llevaran con quien ella deseaba. Y así, justo el día que debía ser, Sant Jordi, llego a Andalucía para trasladar a alguien un poco más cerca de su tierra.